viernes, 12 de agosto de 2011

Didáctica y Currículo

Al realizar todo el proceso de lectura correspondiente para esta tercera semana, encontré un aspecto fundamental con el cual podríamos iniciar nuestra reflexión correspondiente para este tema:
El currículo es todo el proceso que hemos elegido como pertinente para poder desarrollar en el proceso de aprendizaje en el aula, sin embargo, esté contenido curricular está fundamentado en la realidad social del alumno, además esa relación social que debe tener el currículo también está fundamentado en el proceso cultural. Eso significa que la realidad del contenido curricular que desarrollamos en nuestra sociedad está más ligado a un proceso de culturación, lo cual puede hacer que nos desviemos del objetivo de generar aprendizajes que formen a un alumno para desenvolverse con mayor efectividad y calidad en la misma sociedad.
Esto hace que lleguemos al tema correspondiente para este tema, resolviendo la siguiente pregunta, que se identifica como el dilema del educador: ¿Educar para "llenar cabezas" o para que los sujetos elaboren sus propias ideas?
Creo que todos los que ejercemos de alguna forma este oficio de educador hemos llegado, de alguna u otra forma a este problema moral y ético. Es un problema moral, pues cuando hemos sido contratados se nos señalan unos contenidos correspondientes para poder ser ejercitados en el aula, sin embargo, uno descubre que las necesidades de los correspondientes grupos son diferentes. Ese punto hace que desde el aspecto moral, personalmente se inicie un conflicto de valoración sobre los contenidos que se ejecutan en el aula. Además, hay que tener en cuenta, que muchas instituciones educativas miden la calidad educativa en la cantidad temática desarrollada por el educador, lo cual hace que se funde toda la labor del educador en sólo un transmisor de información sin identificar ni reconocer la realidad en la cual se desenvuelve el mismo joven o adulto. Claro que si lo vemos desde el aspecto ético, el educador, cómo lo dije anteriormente, es un comunicador, pero ese comunicador debe partir de esa misma realidad que preocupa a los alumnos con el fin de generar una producción de conocimientos que vaya dirigida a la aplicación, con el firme objetivo de transformar la realidad que angustia al alumno.
Hoy, en el canal del Congreso escuchaba un foro sobre la ponencia negativa sobre el proyecto de ley que regulará la educación técnica y tecnológica, y caía en cuenta de una realidad:
Todo los procesos de articulación (currículo) que se desarrollan en las distintas instituciones educativas que se integran a los procesos desarrollados por el SENA, para formar técnicos y tecnologos, solamente se limitan a un ámbito puramente laboral dejando de lado los aspectos que verdaderamente deben importar, la realidad y la calidad humana. En esa articulación de los currículos para formar personas para el trabajo, están haciendo que sólo se piense en un aspecto laboral e industrial, apartando la realidad humana y la formación para la vida. Creo que la formación  para el trabajo no debe subyugar la realidad del desarrollo humano, sólo pensamos, en nuestra sociedad, sobre el ingreso al mercado laboral, pero no pensamos en el desarrollo de otras capacidades y competencias humanas que se pueden potenciar con una formación técnica en otros aspectos sociales y humanos.
Por último, creo que el fracaso del alumno en la escuela o en su formación académica radica en la poca conexión del educador con su alumno, pues el interés del educador es el de poder identificar la realidad de dificultad que posee el alumno para poder aprender. Incluso, cabe en esta discusión, la visión del educador en el proceso educativo, pues del educador depende la realidad de la Enseñanza; su visión recarga la realidad de la acción del Aprendizaje en el alumno. El fracaso se mide en resultados, pero esos resultados nos pueden generar a nosotros indicadores que refieren o manifiesten la realidad del alumno. Además, existen instituciones educativas que miden la calidad de la educación por la cantidad de alumnos promovidos o no promovidos, y existen otras que lo miden por sólo los resultados finales (notas). Creo que el fracaso del alumno, radica en la motivación por aprender y desarrollar las actividades; el fracaso de la escuela, por la incapacidad de poder generar procesos de transformación social en la misma comunidad; y el fracaso del educador, se fundamenta en la realidad de su visión, sus objetivos y en la articulación de un currículo que se amolde a la realidad y a las necesidades que reflejan los alumnos según su realidad.

9 comentarios:

  1. Estoy comprobando el link de comentarios con este mensaje.

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  2. Pienso que el curriculum hace parte fundamental de la organización y del desarrollo de la educación, ya que ayuda a clarificar las metas u objetivos que se tienen con los alumnos, acá no solamente intervienen los estudiantes y agentes educativos sino la familia y la comunidad como participantes activos de este proceso de formación.
    Si observamos las diferentes lecturas, todas de una u otra forma apuntan a volvernos agentes educativos activos, donde se aprovechen al máximo las capacidades de los alumnos ellos como los mas importantes. Cuando se da una diserción escolar el fracaso sería de todas las partes, ya que a mi modo de ver todos los factores van ligados:estudiante-escuela-aprendizaje enseñanza, siendo estos coherentes en su contenidos, objetivos,metodología, evaluación que apunten a los intereses y necesidades de los alumnos(constructivista) no a cumplir con una intensidad horaria o a llenar cabezas sin una meta trazada a priori.LINA JARAMILLO

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  3. Creo que es valido tu punto de vista, de lo cual también estoy de acuerdo, pero ¿la deserción puede ser vista como fracaso? Creo que el fracaso es la impotencia por ejecutar una acción donde se pongan a prueba y en práctica los conocimientos, las actitudes y valores asimilados en el proceso de formación, que no sólo es la escuela.

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  4. Buena noche. Pienso que la deserción, mas que un fracaso es un descuido, de precisamente ese ser humano que hay detrás del estudiante. Pienso que al desertar un alumno es porque no se le ha atraido lo suficiente para que sea capaz de cambiar su estudio por otras cosas..es olvidarnos de la humanización de los contenidos y de ese acercamiento que debemos tener los docentes para poder comprender un poco el mundo que le ha tocado vivir al chico.

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  5. Me parece interesante tu punto de vista y por eso me haces caer en la cuenta sobre la realidad social, pues la deserción debe llevar a preocupar más a la sociedad para preguntarse ¿cómo se está apoyando la labor de la educación para transformar la vida del hombre y poder mejorar su calidad de vida? Eso es lo que debe preocupar, por eso en este momento pienso que deserción=fracaso, la desmotivación por hacer las cosas.

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  6. Buen Día para todos
    Respecto al tema considero que el fracaso escolar se da por múltiples razones, pero eso no quiere decir que implique el fracaso del estudiante, de la escuela, del aprendizaje o de la enseñanza. Como facilitadores del aprendizaje estamos llamados a evitar el fracaso escolar y a motivar más a nuestros estudiantes. Hoy día las instituciones y por ende los docentes tienen la responsabilidad no sólo de comunicar ciertos contenidos, sino también de hacer posible un espacio dialógico de reconocimiento del otro y en el otro. Educar ni es modelar, ni es uniformizar. Educar es apostar por la diversidad y la creatividad, es apostar por la generación de individuos con capacidad de crear no sólo en la sociedad de la comunicación intercultural, sino que son motivo suficiente para que tanto el educando y los profesores tengan la experiencia del acto creativo como generador de un aprendizaje autónomo y permanente.

    Se educa para que los estudiantes elaboren sus propias ideas y no para “llenar cabezas” Uno de los propósitos de la educación es mejorar la calidad de ésta, propiciando ambientes de aprendizaje favorables para desarrollar competencias, habilidades y a hacer que cada estudiantes cree su propio aprendizaje, utilizando y aplicando su conocimiento en la solución de situaciones nuevas o imprevistas, fuera del aula, en contextos diferentes, y para desempeñarse de manera eficiente en la vida personal, intelectual, social, ciudadana y laboral.

    La educación es un lugar para el diálogo y un tiempo de aprendizaje para la vida en sociedad, el paso del tiempo deja huellas imborrables, misterios que descubrir, enseñanzas que demostrar a una y otra generación, cuya impronta representa la razón de ser de una época que se va modelando de acuerdo a los cambios y transformaciones que se dan en el momento en que se vive. Las instituciones no pueden ser ajenas a los cambios de paradigma educativo y social; son muchos los que incursionan por los claustros colmados de sabiduría y se fortalecen con un sinnúmero de valores, habilidades y destrezas que transcienden en diferentes contextos: familiar, escolar, social…, dichas instituciones se enfrentan cada día a retos y desafíos que son posibles asumir, gracias a la entereza, decisión y compromiso de todas las personas que hacen parte del establecimiento educativo. Los planes, programas y proyectos que emprende cada institución son propuestas innovadoras que transforman las prácticas educativas conducentes a lograr una educación de calidad.

    Lina Marcela

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  7. No se si es impresión mia, pero, necesito y quiero que en eso me ayuden mis compañeros, la educación de las ciudades grandes, tiende a ser de "mejor" calidad que en los municipios, hay mas pertenencia por parte de los educadores, mas compromiso y se "meten" mas en el cuento de los muchachos, cosa que veo muy lejana en mi municipio, en donde hay un profesor en especial que considero muy bueno, por lo mismo y la comunidad se le va encima, que porque exije mucho, deja muchos trabajos y hace estudiar a los jóvenes...y según los padres de familia, no es buen docente. Aqui en esta experiencia se reflejan los errores pasados y presentes de nuestro sistema educativo que arrastran el futuro de nuestras generaciones

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  8. Lo que vos decís es cierto, pero también se vive en algunos sectores de las ciudades, específicamente en lugares donde hay pocos recursos económicos, puesto que la excusa se debe a la falta de dinero y por esa razón no se puede explotar las cualidades de investigación y de reflexión del alumno, y creo que es algo que se puede observar en algunos municipios que no cuentan con una gran cobertura tecnológica.
    Sin embargo, el hecho se encuentra en cómo formamos en la familia a nuestros jóvenes, pues la facilidad tecnológica les ha coartado la creatividad y las cualidades investigativas, pues las redes sociales han absorbido a nuestros jóvenes encontrando otras prioridades.
    Y por eso he observado que las principales prioridades de los padres para los jóvenes es:
    1. culminar su bachillerato lo más pronto posible;
    2. que trabajen para que puedan aportar algo de dinero y remuneren el esfuerzo que han dedicado sus padres para sostenerlos
    3. la mentalidad de obreros con los cuales les hemos, muchas veces, inculcado a nuestros alumnos, es decir, vivir para trabajar y gozarla
    4. la poca cultura de información que podemos manejar, pues ya ellos no consultan para informarse
    5. el "miedo" ha ser reprobados y rechazados con las evaluaciones que se aplican en el aula, y por eso, la famosa frase "cuándo y con qué puedo recuperar esto", que es el gran fatalismo de la educación legada por el 230.

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  9. Ups!! que interesante, relaciono lo expuesto por Juan de Zubiria y lo que acabas de escribir, en los hogares se ha desvirtuado el hecho de la educación, ya no se les dedica tiempo a nuestros hijos, colmandolos de soledad y sentimientos vacios que junto con nuestro sistema capitalista y del consumo, vemos que buscan su felicidad en las cosas materiales, se acostumbran a vivir para trabajar y en ese devenir, se les olvida vivir, y de alli se desprende cierta amargura que hace que se pierdan lo mas lindo de la vida...las cosas simples y pequeñas de la misma.

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